LEAP es una organización sin ánimo de lucro de profesionales de la policía, fiscales, jueces, oficiales penales, y otros miembros de organizaciones de la seguridad pública que abogan por reformas en justicia criminal y políticas de drogas para lograr mayor seguridad y justicia en nuestras comunidades.
CONSIDERACIONES
Politicas de Drogas
LEAP considera que el abuso de drogas en adultos es un problema de salud pública y no un problema que pueda ser resuelto por el sistema judicial y policial.
Relaciones entre la Policía y Comunidades
El éxito para mejorar la efectividad de la policía y seguridad social es volver a los principios fundamentales modernos de seguridad pública.
Reducción de Daños
Muchas veces, los oficiales de la policía encuentran a los consumidores de droga muertos por sobredosis antes de que ellos dejen la droga.
Declaraciones de Oficiales de Seguridad Publica que ahora son Miembros de LEAP
Nuestras sociedades nos piden como policías resolver todos sus problemas. Tenemos que ser doctores, consejeros matrimoniales, consejeros de abuso de drogas, psicólogos, niñeros y mucho más, pero no nos dan los recursos y el entrenamiento para ser exitosos. Muchas veces la única solución que tenemos para resolver toda clase de problema social es llevar las personas a la carcel y eso no soluciona nada a largo plazo.
Después de haber trabajado como policía por más de treinta años y tener una perspectiva histórica, yo quieria abogar por los esfuerzos de reforma. El objetivo es llevar mi experiencia de unos de los departamentos policiales más grandes de la nación y hablar de cómo la policía puede traer cambios e incorporar justicia social al trabajo de la policía.
Me sentí que yo sí podía ser, ante todo, un juez bueno, un juez justo, y un juez misericordioso. Me sentí que yo podía asegurar que la gente sea tratada con dignidad y respeto,… Pero, también sentí que había una necesidad para hacer más, -- yendo más allá de aceptar declaraciones de culpabilidad y juzgando casos. Yo quería conectar a la gente con tratamiento médico y servicios sociales.
Tenemos que ser inteligentes contra el crimen. Deberíamos enfocar nuestros recursos en las amenazas más serias contra la seguridad pública y a la vez permitir el reintegro a la sociedad de las personas como miembros productivos de la comunidad.
Para reconstruir confianza con la comunidad, tenemos que entrenar al público en qué consiste la fuerza justificada. Tenemos que entrenar a los oficiales de policía en que es fuerza excesiva, -- justicia de procedimiento.
De manera anecdótica, alrededor del 95% de nuestros crímenes tienen que ver con trastornos por consumo de sustancias, pero no hay un lugar para que la gente reciba ayuda. Yo ingrese a LEAP porque quería ayudar a asegurar que mi comunidad tenga acceso a tratamiento médico y la oportunidad de tener éxito.
Todo nuestro trabajo está fundamentado en la confianza pública. Los miembros de la comunidad nos dan la autoridad. Si hacemos algo que reduce la confianza pública, tenemos que responsabilizar a todos, incluyéndome a mi mismo, para abordar esa situación.
...Solo dando multas, el sistema judicial y policial actual no está funcionando porque las personas, al no poder pagar la multa, pierden la habilidad de ser ciudadanos productivos. Por ende, pone a la gente más en problemas con el sistema judicial y policial. Estamos creando nuestros propios criminales.
Es duro porque cuando tu entras a este oficio, y cuando entres a liderar, puedes leer todos los libros que quieras, pero nadie te puede preparar para lo que vas a enfrentar.
Tenemos que estar dispuestos a pensar más allá de solamente el tamaño del departamento policial pero también en las estrategias que se usan… para reconsiderar políticas que causan que la gente pierda confianza en la policía. Y tenemos que estar dispuestos a revisar programas que lleguen a la raíz de los problemas sociales, de manera que no circulen a la gente en el sistema judicial y policial.
...No hay un mejor lugar para abordar la crisis de los derechos civiles, el encarcelamiento y la disparidad racial en el sistema judicial y policial, que en las oficinas de los fiscales… proporcionando recursos a los fiscales es realmente la mejor manera de urgentemente resolver los problemas sociales.
Cláramente hay algo muy incorrecto con esta sociedad que está dispuesto a gastar más dinero para encarcelar gente con enfermedad mental en vez de proporcionarles tratamiento médico.
Si les enseñaramos a los acusados una habilidad buena de dónde podían hacer dinero, yo creo que veríamos un cambio drástico. Nadie habla de eso porque es muy lucrativo para nosotros continuar recogiendo multas.
Nosotros gastamos mucho tiempo en habilidades tácticas y órdenes de registro. Nosotros gastamos muy poquito tiempo enseñando y enseñando otra vez a la gente cómo comunicarse. Todo lo que yo me acuerdo de haber aprendiendo fue actuar a la defensiva. La seguridad es muy importante. Cuando tu estas en la parte táctica, es muy difícil de enseñar si a la vez no estás enseñando una buena habilidad de comunicación.
Nuestras acciones deben reflejar el más alto estándar de seguridad pública, y nuestras comunidades deberían exigir y esperar que nosotros generemos una América justa y segura siguiendo pautas ya comprobadas.
No importa lo bueno que hagamos en seguridad pública: si no le importa a la comunidad, no tiene valor. Por lo tanto, tenemos que saber que le importa a la comunidad.
Si vamos a cambiar las cosas, tenemos que empezar con la gente joven.
Una profesión sana es aquella que evoluciona y cambia, entonces cuando usted ve que un cambio es necesario, usted habla sobre el problema.
Yo ingrese a LEAP porque creo en su misión de generar un sistema judicial y policial más efectivo y justo. Nuestro país encarcela a demasiada gente por razones incorrectas que desestabiliza comunidades e impide el trabajo de policía. Yo quiero ser un socio proactivo para el cambio positivo que LEAP me permite hacer.
Sin importar vivir en un sitio pobre o rico, todos quieren sus familias seguras. Relaciones positivas entre el público y la policía es el pilar de asegurar esto porque departamentos y oficiales policial tienen que responder a las necesidades de la comunidad. Necesitamos buena comunicación.
Tenemos cien años de criminalizar la posesión de las drogas y nosotros beneficiarnos de generar una cultura de reducir daño y también, mirándolo con una perspectiva de salud pública dentro de una infraestructura de compasión para la comunidad.
Los nuevos empleados de oficiales de policía necesitan tomar clases de neurociencia y psicología para entender mejor el comportamiento y reacciones humanas. Lo que aprendimos de la ciencia y de cómo funciona el cerebro es que si eres muy agresivo al enfoque, vas a provocar resistencia.
Nosotros hemos cambiado las esposas para la esperanza. Nosotros (el sistema judicial y policial) hemos dicho que íbamos a encarcelar a estas personas (consumidores de drogas) y en el resultado, siempre han tratado de evadirnos. Ahora, de repente, estamos diciendo que debieran buscarnos y pedirnos ayuda, y que nosotros vamos a proporcionarla.
Tenemos que parar de poner la policía en unas situaciones que criminalizan a personas que necesitan apoyo. Hemos tomado el camino de la guerra contra las drogas con gran futilidad y actualmente causamos mucho más daño de lo que nos dimos cuenta con todas las consecuencias imprevistas que ha generado la aprobación de estas leyes.
¡El sistema judicial y policial gasta mucho dinero en las armas y en el entrenamiento de cómo usar estas armas, pero han enseñado muy poquito de cómo disminuir la tensión de situaciones! ¿Cómo mantenemos la calma en una situación loca?
Una profesión sana es aquella que evoluciona y cambia, entonces cuando usted ve que un cambio es necesario, usted puede hablar sobre el problema.
Estamos buscando respondibilidad y consecuencias, para que no pase otra vez. Ponemos a la gente en servicios de la corte, y no pueden salirse. A través de la justicia restaurativa, tienes que generar otra responsabilidad que no exigir al sistema judicial juvenil de actuar como unos parientes adoptivos porque ese sistema no funciona. Si yo estaba aqui para vender el sistema judicial y policial, que tiene el setenta por ciento de fracaso, lo vas a comprar?
La seguridad pública es una profesión noble y excepcional. Si no estamos buscando otras maneras para ser mejores, estamos moviendo para atrás. Necesitamos mover la profesión para adelante.
Necesito sentir que estoy ayudando a que el público entienda los problemas que estamos enfrentando, y no hay suficiente gente que estén proporcionando sus experiencias en estas problemas.
Invita a la comunidad a ser parte del cambio. Se necesita la habilidad de solucionar problemas e involucrando a la comunidad. Quitas la llave de la ignición, sales del carro, cierras la puerta, caminas en las calles, golpeas sobre las puertas y te presentas a la gente. No podemos obligar a los oficiales policiales a hacer algo que no quieren. Necesitamos asegurarnos que estamos contratando gente que tenga amor por la comunidad.
El juramento es de proteger y servir. En el momento que tu no honres ese juramento, serás responsable- no solo ante ti mismo, pero también ante los que juraste servir.
Cuando los fiscales deciden en qué dirección van a ir, necesitan fundar sus decisiones en lo que sciencia de salud mental proponer que va ayudar a la gente; es un sistema de corrección no un sistema de castigar.
No hay una barrita mágica. Hay un millón de cosas pequeñas en el sistema de justicia, a cada etapa de procesamiento que una persona arrestada pasa por durante su caso--donde podemos resolver los atrasos, para que funcione el sistema más eficientemente. Es el trabajo del sistema carcelario de procesar la gente lo más rápido posible para obtener su juicio.
Doy la bienvenida a cualquier oportunidad de representar el sistema judicial y policial en como realmente somos - Somos los protectores de la gente. Desafiando la narrativa que somos matones racistas y una armada invasora. Eso es lo que es lo más importante para mi.
Cualquier aplicación de fuerza innecesaria o irrazonable contra un ciudadano reduce la confianza de una situación cuando necesitamos más el apoyo de la comunidad. Esto no es una elección binaria entre proteger al público o proteger los derechos de una persona. Podemos y debemos proteger a los dos.